CRISTY MARRERO habla español y come mofongo. Está obsesionada con las relaciones interpersonales y los seres humanos en general. Tal vez a eso se deba que sea la primera latina nombrada portavoz oficial de Zoosk.com. También le obsesiona bastante crear contenido con sustancia que conecte y enganche. O al menos eso espera.
Cristy tiene claro que su llamado en esta vida es escribir (pero que conste que no siempre lo tuvo). Al igual que sus personajes, es una mujer con muchas capas. Algunos que la conocen bien la llaman "la cebolla". Y a ella eso le halaga bastante. A pesar de que reconoce su privilegio (nació en una familia amorosa, en una isla tropical, es saludable y tiene carrera, entre otras muchas bendiciones), esta boricua de pura cepa también reconoce su responsabilidad como líder de pensamiento entre las mujeres latinas en Estados Unidos.
Ha lanzado exitosamente importantes revistas femeninas a nivel nacional e internacional, así como sites de política para mantener a su comunidad informada de la desinformación (big sigh!) y eso le enorgullece bastante. Pero, curiosamente, ese es el lado de su cerebro que menos encaja con su propósito en la vida: hacer reír a los demás.
En general, la orgullosa hija de Lucas (Q.E.P.D.) y Nydia, es una mujer feliz.
En su tiempo libre (nótese el sarcasmo) ha colaborado con varios programas de televisión, enseñado yoga Kundalini, practicado reiki, corrido bicicleta entre Manhattan y Brooklyn, escuchado al menos dos podcasts al día, maquinado cuál será su próxima vacación y, más recientemente, engendrado a la niña más hermosa que madre haya parido (claro que no hay hijo feo, ¿no?).
Cristy ama los paréntesis (porque le dan espacio extra para añadir más B.S.), la comida saludable y el helado (no necesariamente en orden de importancia). Su filosofía de vida la resume en un dos palabras y un hashtag: #relájateycoopera.
Las Imperfectas es su primer libro, pero como sufre de Positivismus Extremus, amenaza con volver a escribir y publicar. Ahora mismo está trabajando sin parar en la adaptación para la pantalla chica (¡y también la mediana y la grande si Dios quiere!) de Las Imperfectas.